GT/30


Cumbre inhumana que recubre el horizonte. Veo al cielo pixelearse y el resultado es una mezcla colorida de barridos mal hechos. Oh cosmos inmenso, dame fuerzas para ser más pequeño de lo que soy.

Empiezo a caminar por un sendero torneado por tus manos. La respiración ajena me golpea las axilas. “¡¡¡¡Ayyyyy qué lindas mis axilas!!!!”” retumba en el subconsciente. El camino se vuelve enmarañado. La nada hace su aparición nuevamente. Vryk, mi amigo fumón, me acompaña nuevamente. – Empiezo a creer que no sos más que una creación de mi mente drogada – le murmullo sutilmente al oído.

Sin imaginarlo, corro desesperadamente – hola amiguito -. El Sol sonríe. Bebemos juntos un trago caliente para calmar el frío penetrante. Te veo en el horizonte cada vez más alejada. El asfalto corroe...

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