Los peores trabajos de la historia


Ahora que paso por una etapa pobre en cuanto a ofertas laborales que se adecuen a mis necesidades económicas y creativas, me puse a pensar en los trabajos que me parecen los peores del mundo.

5. Chef gordo recién salido de una operación de bypass gástrico: las personas que se hacen chefs, por lo general lo hacen porque les gusta la comida. Imaginarse a uno, con sobrepeso, problemas cardíacos y recién salido de una operación de bypass gástrico ha de ser una tortura para él.

4. Sonidista de película porno: ver a dos, tres, cuatro o la cantidad de chavas que sea necesaria para hacer una escena magistral en una porno. Encima de todo de que no podés participar, te toca escuchar todos sus jadeos, ver sus movimientos, ver cómo otros pisados las disfrutan (o se disfrutan entre ellas) y no poder hacer nada ha de ser peor que patada de mula en los huevos.

3. Policía junkie encargado de quemar droga incautada: esto ha de ser un verdadero dolor de huevos. Para conseguir mota o coca, siempre hay que ir de encubierto. Andar por las esquinas más oscuras o meterse a barrios peligrosos, todo esto para poder disfrutar y aplacar un poco la necesidad del vicio. Y con todo eso, tener que ver cómo se queman toneladas y toneladas de marihuana, sentir el olor y no poder disfrutarlo ha de ser doloroso.

2. Guardia nocturno con problemas de alcoholismo encargado de una bodega de cervezas: qué más se puede decir al respecto. No sólo no podés chupar en horas de trabajo porque te despiden por borracho. No podés agarrar una chela de las que estás cuidando porque te despiden por ladrón. Encima de todo cuando entrás a trabajar, seguramente todos tus cuates se juntan en un bar, cantina o tienda para tomarse un par de chelas y desconectarse.

1. Guardia eunuco encargado de un cuarto lleno de jóvenes vírgenes: este es lo peor que me puedo imaginar. Para conseguir el chance te tienen que descuartizar a tu amigo más querido. Te ponés gordo por culpa de las hormonas. Ser eunuco no te vuelve gay, por lo que ver a 10 o 20 vírgenes retozando y jugando a los almohadazos, aprendiendo a besar entre ellas y paseando en sus transparentes togas y no poder hacer nada al respecto ha de ser la peor sensación del mundo.

Comentarios

Jul!o Fl=res ha dicho que…
Puta ese último si estuvó pizado, al igual que el del sonidista, yo no aguantaria jejeje
Jorge Rodríguez ha dicho que…
Pero en realidad con lo del sonidista no hay clavo, sólo llegás a tu casa y te descargás. Pero imaginate ser un eunuco. Ahí si no hay de otra jajajaja