Feliz día de la Revolución

Hace 64 años Guatemala vivió, a mí criterio, uno de los momentos más genuinos, legítimos y puros de su historia. La revolución del 20 de octubre de 1944 trajo consigo una serie de cambios a un país y un Estado en decaimiento y desuso. Durante el período revolucionario, de 10 años exactamente, nuestro país se libró del sistema feudal económico, alargado por empresas gringas de esos días. Los guatemaltecos conocieron el concepto de seguridad social, y se iniciaron las construcciones de sistemas de interconexión urbana de transportes, se crearon las escuelas federadas, la infraestructura del país empezó a adecuarse a tiempos de cambios que auguraban un bonito futuro para éste país. Pero creo que lo más importante que lograron esos gobiernos, fue el de crear y asentar una atmósfera de unión en la que los diferentes pueblos que conforman nuestro país se sentían con la esperanza de que los años de represión, discriminación y racismo sufridos serian cosa del pasado.

Pero, y éste es un pero que nos ha marcado desde entonces, vinieron los putos gringos y, escondidos en sus miedos y temores, acusaron al gobierno de Jacobo Arbenz como comunista, respaldado por terratenientes enojados porque sus privilegios estaban siendo revocados, a favor de las grandes mayorías. Y como son las cosas. Uno de los mejores presidentes que ha tenido este país, salió desnudo, humillado y abucheado, mientras que uno de los peores recientemente fue recibido con aplausos, muestras de apoyo y silbidos.

Obviamente yo no viví ni de cerca todos esos eventos. Pero después de haber leído, escuchado y visto la historia de Guatemala desde ese entonces hasta la fecha, me he dado cuenta que el país y su gente carecen de dirección.

Lejos de decir y hablar de lo obvio y de todo lo que todos sabemos, pensaba que deberíamos cambiar de fiesta nacional. Realmente el 15 de septiembre se conmemora la firma de la “independencia”. Sin embargo esa fecha solamente significó la nacionalización de las propiedades, ya que el sistema económico, social, educativo y cultural del país se mantuvo exactamente similar al que España impuso. Además los mal llamados próceres de la independencia, hicieron arreglos con terratenientes y finqueros mexicanos para anexarse a ese país. La verdadera independencia sucedió casi dos años después, el 21 de agosto de 1923, si no estoy mal.

Deberíamos de sacar las banderitas, los colores patrios, las cancioncitas y todas esas mamadas con las que la gente demuestra su “patriotismo” para octubre. De esa forma realmente estaríamos celebrando el nacimiento de un país, porque es a partir de lo logrado en esa época que los idealistas y soñadores vislumbran a Guatemala.

Casi como hacen los franceses celebrando el día de la Bastilla. Realmente no celebran un acto protocolario en el que se ve poco, comparado con lo que se mueve detrás. Celebraron una acción del pueblo cansado de un sistema que los oprimía y sólo buscaba el bien de unos pocos. Es más, la monarquía francesa desapareció.

Queda la esperanza que nosotros no tengamos que esperar 250 años para sentirnos como una verdadera nación.

Comentarios

Allan Martínez ha dicho que…
No es mala idea. Me parece. Apoyo la moción.
David Lepe ha dicho que…
Precisamente hoy una señora me regañó porque durante una graduación, yo no mantuve el saludo uno para el himno nacional. Me dijo que yo era un mal guatemalteco. Qué fácil es juzgar.
Anónimo ha dicho que…
Muy bueno el post ¡Feliz día de la revolución!

Saludos
Jorge Rodríguez ha dicho que…
Así es Aguafiestas, AKA Lepe, la mara juzga y critica, pero cuando es momento de aportar y generar, se excusan en formas rídiculas e ilógicas. Tristemente ahora estamos en una situación en la que cada quien vela por su pellejo. Ni modo, algún día las cosas cambiarán.
Unknown ha dicho que…
Hola, comparto mucho tu opinión. Un saludo.
Jorge Rodríguez ha dicho que…
Marvin: Gracias viejo, igual ojalá nuestra opinión fuera compartida por muchos más, seria de ahuevo e interesante no?