To blog or not to blog

Por ahí por 1998 empezó la historia de éstos escritos virtuales llamados blogs. Todo empezó como un diario electrónico de un tipo que trabajaba en una empresa de informática. Al cabo del tiempo, y al ver que obtenía bastante feedback de mucha gente, comenzó a publicar situaciones de su vida cotidiana, sus pensamientos, ideas y sensaciones de todo lo que le rodeaba.

Ahora todos tenemos uno. Ya sea para sugerir música, hacer reseñas de películas, libros, etc., hasta hablar de cuestiones políticas y de medio ambiente. Desde famosos hasta el más gato de los gatos, todos empiezan a montar su propio "espacio". Es la nueva moda, aún y cuando ya tiene 10 años de existir el asunto.

Ahora bien, yo me pregunto: ¿Qué es esto realmente? He llegado a comprender que no es más que una cuestión de popularidad. Si no somos famosos, ni reconocidos, nuestro blog pasa a ser únicamente una bítacora, un diario personal al alcance de cualquiera que se cruce con él. Si le gusta, se queda. Si no, se va.

Y así empieza el juego. Para quienes pertenecemos a un grupo social específico, y creo que todo el mundo tiene uno, los blogs pasan a convertirse en una caja de resonancia. Una especie de megáfono escrito para que otros lean y se enteren de lo que pensamos acerca de Y o X situaciones cotidianas.

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Y no es que esté en contra de eso. Simplemente creo que no todo lo que pensamos merece la pena ser conocido por toda la gente. En mi caso, a veces hasta creo que mis pensamientos deberían de quedarse rondando en mi cabeza. Incluso esto que escribo ahora. Pero igual, el asunto se convierte en otra cosa cuando estamos frente a la pantalla.

¿A qué viene todo esto? Bueno, pues igual creo que como no somos famosos, quienes realmente leen nuestros diarios virtuales, son aquellos mismos a quienes vemos todos los días, o con quienes tenemos contacto regularmente. Es casi lo mismo con lo de los foto diarios, los pérfiles en otros sitios tipo facebook, etc.

A veces es interesante leer lo que pensó fulanito acerca de la película recíen estrenada, o qué emociones sintió sultanita al estar en una situación en especial. No me malentiendan, creo que lo de los blogs es una situación interesante. Pero ¿realmente todo lo que pensamos y sentimos es tan importante como para que los demás se enteren de ello?

Bueno no sé. De igual forma lo seguiremos haciendo. Seguiremos asistiendo a fiestas para celebrar la popularidad de uno de éstos espacios. Seguiremos entrando a los espacios de otros y conocer su opinión acerca de X o Y cosa, aún y cuando los tengamos cerca. El juego virtual se apoderó de nuestras vidas. Por ahí a veces pareciera más sencillo conocer a alguien a través de sus palabras e ideas por escrito. Es menos complicado. No hay interrelación y no tenemos que comentar si no nos da la gana.

Puede ser romanticismo, puede ser aburrimiento o puede ser que en éstos días en los que la vida se ha tornado un tanto tediosa y demasiado cotidiana, la única forma de expresarme sea estar en contra de algo que igual hago. A veces sería interesante tener a alguien, o alguienes, más cerca para poder expresar y desahogar. No se puede. Igual la única opción ahora es la de sentarse frente a la pantalla. Hacer uso de las reglas ortográficas que conozcamos. Tratar de ser lo más fluídos y entretenidos posibles y expresarnos para ver si en algún momento encontramos "solidaridad" social transformado en un comentario a la entrada.