Se acabó el amor


¿Cómo empezar éste post? Lo más simple y sencillo es decir, y es lo primero que se me viene a la mente, es que ninguna relación, en éstos aciagos días, dura más de 6 años. Y hablamos de 6 años con problemas, buenos momentos, excelentes momentos y todo eso que todos hemos vivido en algún momento de nuestras vidas.

Lo interesante de todo es comprender que, al mirar atrás, durante ese tiempo, uno crece, vive y aprende de esas relaciones. Podría decir que son determinadas relaciones que nos van formando el cáracter, o al menos contribuyen de una forma sustancial a que éste se forme.

Para mí, el caso de Los Simpson es esencial. Lo comencé a ver cuando tenía unos 14 años, es decir hace 14 años. Recuerdo que el primer capítulo que vi me hizo voltearme de la risa. Estaba en la casa de un mi primo, que para ese entonces él si tenía cable y yo no. Fue el capítulo en el que Apu pierde su tienda, porque le vendió camarones pasados (Atención puede contener spoilers... jajajaja, creo que todo el mundo lo ha visto).

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Dos escenas en particular me recuerdo. Una en la que Barney, el borracho por si no saben, le pregunta a una enorme botella de jugo de cereza con forma de mujer dónde está algún producto. Como ella no le contesta, por el hecho de estar hecha de plástico y tener jugo de cereza adentro, él la empuja. Al hacerlo se cae, se abre y crea una marejada de jugo de cereza.

La otra es ya casi al final. James Woods atiende la tienda. Apu llega. Al hacerlo platican y entra un ladrón. Intercambian palabras y al final dispara. Apu se tira frente a Woods, y recibe el balazo. Para sorpresa de todos, la bala topó con otra bala de un asalto anterior.

Luego de éste aburrido relato lo único que puedo decir es que Los Simpson fueron una parte esencial de mi vida. 14 años no son cualquier cosa. Pero de un tiempo para acá, la relación entre ambos se ha ido enfríando, tanto que llegó al punto que me aburren. Ya no recuerdo la última vez que me sacaron una carcajada. Lo único bueno siempre han sido las escenas del sillón.

Qué más puedo decir? Realmente creí que me iba a sacar un post más divertido, haciendo recordar a aquellos que alguna vez fueron fieles a ésta serie animada. Pero ya escribí bastante, así que ahora hay que continuar. A Los Simpson les agradezco por acompañarme en mis años de diversificado, aquellos años en que los veía hasta 3 veces diarias. En mis años de universidad, porque fueron como el referente para comenzar cualquier plática de lo que había pasado el día anterior. Y por acompañarme, en menor medida, en éstos últimos años, en los que la cerveza, al igual que a Homero, se ha vuelto como una fiel amiga (cara, dañina en cierta medida y mal agradecida, pero amiga al fin).

Adiós familia Simpson. 14 años es demasiado. En éste caso puedo decir que se murió la sensación mutua de acompañarnos. Lo mejor es tomar caminos por separado...

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