Las maravillas del mundo


Ahhhh las maravillas de la naturaleza. Pensemos por un minuto. Qué más bonito que un par de buenas tetas? El problema de ésto es que casi nunca podemos verlas directamente. No es social ni políticamente correcto. Como decía Seinfeld "es como ver al sol, no lo ves fijamente. Es demasiado arriesgado. Lo ves de reojo, te hacés una idea y luego volteás a ver". Pero realmente ese es un gran dilema al que nos enfrentamos de vez en cuando.

¿Acaso miramos de reojo cuando el sol se pone en una tarde de verano cuando estamos en la playa? o ¿acaso sólo miramos un poquito si nos encontramos en presencia de un quetzal en los bosques de Baja Verapaz? Pues no, miramos todo lo que podemos, porque lo bonito nos atrae. Entonces, ¿por qué mirar de reojo cuando nos encontramos en presencia de un par de bonitas tetas?

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Pues bueno, no queda de otra no. Lo cierto del caso es que lejos de que una mujer sea rubia, morena, alta o baja. Si tiene buenas tetas, seguramente muchas puertas se abrirán a su paso.

Incluso creo que eso exalta su personalidad. Nunca mejor dicho. Hasta huelen bonito dice Allan. Igual pueden decir las mujeres ¿por qué tanto alboroto. Sólo son senos? Bueno, el alboroto es porque no las tenemos. Y si las tuvieramos seríamos mujeres. Y cuando las tenemos y son nuestras, somos felices. Creo que la fascinación puede venir de nuestra etapa de lactancia. Claro, el sentimiento y la prioridad cambian. Ya no las buscamos como fuente de alimento. Más bien las buscamos como fuente de diversión. Puede ser como los pescadores. Primero de niño puede que lo hayan aprendido como una fuente de sobrevivencia. Es esencial comer. Pero luego ese niño crece, y luego tiene la oportunidad de practicar pesca deportiva. Los peces espada no se comen. Pero quien atrape el más grande y el más bonito gana.

Es lo mismo. Mientras más grande sea el premio, más nos divertimos. Podríamos pasar un par de horas recostados sobre ellas. Igual casi nunca importa el tamaño de copa. A, B, C o D. Igual tenerlas significa que algo bien hicimos. Claro, mientras más grandes, más es la diversión, aunque su función sea basicamente ornamental (esencialmente sirven para el juego previo, para el coqueteo, para la excitación de la mujer).

No tengo ningún trago ahorita, pero igual, mientras pueda, brindaré por ellas. ¡Salud por las tetas, senos, chiches, pechos o como sea que les llamen!

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