XXVIII
El lado de la nada siempre ha sido bastante solitario
Ahí yace su esencia, su sabiduría, su expectación
Pero después de todo, la nada es la ausencia de todo
Ilusiones vienen y van, sirven para alimentar al alma, hacerla más ecléctica
Este baile en especial, tuvo sus ritmos interesantes, nuevos e inexplorados
El cielo dibujó algunos panoramas interesantes, pero superficiales
Un juego demasiado informal, un tanto infantil y lleno de encrucijadas
¿A dónde se fueron aquellos días que nunca llegaron?
Esperar que el inconsciente se apoderara de la situación fue más una ilusión pintada de colores nuevos y brillantes… por algo se le llama inconsciente
Utilizar los ojos del ciego para ver la oscuridad es un error que cometemos demasiado seguido
Los palos guías no sirven de mucho cuando se trata de caminos asfaltados por la emoción y el sentimiento
Y la nada se despide, nuevamente
El camino no se detiene, se sigue construyendo
Otras melodías vienen, aunque todas con un toque de melancolía
La suerte del soñador es una marcada por los tropiezos y los cambios de dirección
La música se detiene
Y me voy, no sin antes dejar restos impregnados en el subconsciente
Y sigue siendo bonito
Adiós
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