Gotas de lluvia veo caer



Recuerdo cuando era más niño que adoraba los días que amanecían lloviendo. Me hacían sentir algo que no podía explicar. Me gustaba la nostalgía que representaban esos días. Basicamente un día lluvioso es un día solitario. Son días en los que uno se puede escapar a lo más profundo de uno mismo y revolotear con todo aquello que está, que se olvidó o que podría venir.

Pero ahora cuando amanece lloviendo lo primero que pienso es en la hueva que me da levantarme para ir a trabajar. En que quisiera quedarme acostado un ratito más. Lo más increíble es que en estos días de lluvia, y mi caminata de 20 minutos de mi hogar hasta el chance, siempre vienen esas sensaciones que sentía hace tiempo. Realmente creo que uno nunca de ser nostálgico ni solitario.

De hecho mi imagen residual, si alguna vez sólo quedan mis memorias para reconstruirme, es una plaza, como el portal del comercio, yo sentado en una de las gradas, con la vista a ningún lado, y pequeñas gotas de agua cayendo y mojando el concreto de la plaza. No sé, la lluvia tiene su no sé qué. Igual me gustan los días de sol más.

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