Aguante!!!




Aferrados a una idea de felicidad momentánea, nos prendemos frente al líquido incrustado en la pared. Con ansiedad, nos mordemos las uñas, sudamos de desesperación y enviamos nuestros insultos hacía un cuarteto nominal (que en realidad era una novena completa) de hombres que se atrincheran con el objetivo de no dejar que su meta sea ofendida.

Con el paso del tiempo comprendemos que es cuestión de tiempo. Un gambeteo, un chispazo de genialidad número 10...

Comentarios